Así trabaja el ISCIII con las alertas de salud pública
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24/02/2020
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El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) tiene diversas funciones. Además de su labor investigadora, financiadora y formativa, da cobertura al Sistema Nacional de Salud (SNS) prestando diferentes servicios, entre los que se encuentra la respuesta técnica a posibles alertas de salud pública, una labor en la que se aúna el trabajo del Centro Nacional de Microbiología (CNM) y del Centro Nacional de Epidemiología (CNE).
El ISCIII ha sido protagonista en el manejo de todas las crisis de salud pública que ha sufrido España en las últimas décadas, desde las denominadas 'vacas locas', pasando por la gripe A, y el Ébola y otros virus causantes de fiebres hemorrágica, como el Crimea-Congo, o las recurrentes amenazas sobre envíos postales de esporas de Bacillus anthracis –bacteria causante del ántrax-, hasta el reciente brote de listeriosis, entre otras muchas.
El reciente caso de la listeria es un nuevo ejemplo de cómo el CNM y el CNE cumplen su labor de colaboración y asesoría y apoyo al Sistema Nacional de Salud. Su trabajo, complementario, se resume a grandes rasgos en un análisis de muestras para la caracterización microbiológica de un brote o alerta, por parte del CNM, y en la vigilancia y control de enfermedades para añadir una caracterización epidemiológica y poblacional, por parte del CNE.
Labor del Centro Nacional de Microbiología
Con respecto al Centro Nacional de Microbiología, hay que destacar que es, según el Real Decreto 1940/2004 sobre la vigilancia de las zoonosis y los agentes zoonóticos, Laboratorio Nacional de Referencia en España para zoonosis en el hombre, y que la mayor parte de las alertas de salud pública citadas son zoonosis. El CNM, con sus diferentes laboratorios de referencia nacional, presta servicio al sistema sanitario con la recepción, análisis y catalogación de muestras biológicas.
Cuando surge una posible alerta o brote, el CNM recibe las muestras para caracterizarlos y disponer de todos los datos para su manejo. Los laboratorios de referencia del ISCIII ofrecen servicios de diagnóstico, y caracterización de microorganismos, mediante numerosas técnicas y servicios acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), además de realizar una labor de mantenimiento y suministro de diferente material biológico, y de asesoría científico-técnica a los diferentes agentes del SNS.
Estos laboratorios son básicos para el buen funcionamiento de la sanidad española, ya que aportan metodologías diagnósticas avanzadas, de caracterización y de control de enfermedades que, por su complejidad o su baja prevalencia, no forman parte de la cartera de servicios del sistema sanitario, según explica el director del Centro Nacional de Microbiología, Jesús Oteo.
El Área de Orientación Diagnóstica del CNM se ocupa de la gestión de todas las muestras recibidas para el diagnóstico, referencia e investigación de los diferentes microorganismos asociados a enfermedades infecciosas. Proporciona asesoramiento sobre aspectos clínico-microbiológicos de los métodos analíticos que oferta el centro, que y gestiona todas las muestras que recibe el CNM, siguiendo estrictas normas de bioseguridad y de acreditación, hasta que concluye su labor con la entrega de los resultados del análisis al laboratorio de destino, a través de una herramienta en línea denominada GIPI.
El CNM dispone de un Sistema de un Sistema de Respuesta Rápida activo 24 horas al día los siete días de la semana ante las posibles crisis, y de la figura de Consejero de Seguridad, que vigila y evalúa el envío y recepción de mercancías consideradas peligrosas. La secuenciación masiva es uno de los métodos clave en el trabajo del CNM en la actualidad con las muestras recibidas. Esta herramienta permite obtener la secuencia total de ADN de un microorganismo, lo que permite realizar estudios de análisis, seguimiento, evolución y trazabilidad al obtener su huella genética.
Esta trazabilidad y seguimiento de los microorganismos permite averiguar la fuente u origen de un determinado brote infeccioso, e incluso analizar el movimiento geográfico de microorganismos que, por ejemplo, sean especialmente virulentos o resistentes al tratamiento con antibióticos. De esta forma, es posible saber de dónde proviene un microorganismo, cómo se ha expandido e incluso predecir una posible futura expansión.
En el manejo y análisis de las muestras que se reciben, es fundamental la labor del laboratorio que, según el tipo de alerta y de patógeno, está más vinculado con la solicitud recibida. Junto a los investigadores de cada laboratorio, también es vital el trabajo de la Unidades Centrales de Genómica y Bioinformática.
Existe diferencia entre el diagnóstico por mediante la detección de una enfermedad patógeno en una muestra clínica, y el proceso de su caracterización del microorganismo. Por ejemplo, en el caso de dos pacientes diagnosticados de listeriosis, al caracterizar las cepas en el laboratorio de referencia es posible saber si son diferentes, aun siendo ambas de la misma especie bacteriana. De esta manera se puede determinar, por ejemplo, si las cepas que se analizan tienen una diferente fuente de infección y no están relacionadas entre sí o si, en cambio, son idénticas y pueden provenir de una misma fuente de infección.
Labor del Centro Nacional de Epidemiología
En el caso del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), también juega un papel fundamental de apoyo en el manejo de las alertas de salud pública y, como su propio nombre sugiere, de los brotes epidémicos en España.
El Centro se creó precisamente con tres objetivos principales: gestionar la vigilancia epidemiológica en el nivel estatal, dar apoyo científico-técnico al Sistema Nacional de Salud, es decir, al Ministerio de Sanidad y a los servicios de salud de las Comunidades Autónomas, tanto respondiendo a sus peticiones, como apoyando al Centro de Coordinación de Alertas y emergencias del MSCBS en el manejo de las alertas, e investigando los problemas o riesgos importantes para la salud mediante estudios epidemiológicos. La especialización, experiencia y conocimientos de sus profesionales son vitales para desarrollar su labor.
El CNE es responsable de la gestión de Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) desde hace ya más de 25 años, y coordina la elaboración de los protocolos de vigilancia y control de la Red para cada enfermedad. La RENAVE, a la que pertenecen también todas las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas, y que coordina el Ministerio de Sanidad, es el instrumento del Sistema Nacional de Salud para vigilar y controlar las enfermedades trasmisibles más relevantes para la salud pública.
RENAVE incluye enfermedades clásicas, como el sarampión o la gripe, enfermedades emergentes y de reciente aparición o difusión, como las enfermedades por virus del Zika y Crimea Congo, y ha incluido otros problemas de salud relevantes, como han sido recientemente las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) o las causadas por microorganismos resistentes.
Gracias a la RENAVE, ante un brote, alerta sanitaria o crisis de salud pública, los profesionales del CNE son capaces de aportar al Sistema Nacional de Salud una foto fija del presente, un análisis del pasado reciente y una previsión de futuro, ya que disponen de series históricas que permiten contrastar con la situación habitual.
El CNE caracteriza la magnitud del brote o epidemia, analiza y define su patrón de presentación en la población y monitoriza su evolución. Para ello, el CNE cuenta con una herramienta informática flexible, SiViEs, que permite la recuperación, almacenamiento y análisis de los datos para la RENAVE y suministra información a otras agencias internacionales, como la OMS y el ECDC. El CNE es, además, un referente y un activo muy importante del Sistema Nacional de Salud para el estudio y gestión de alertas y crisis relacionadas con enfermedades no transmisibles o con otros riesgos para la salud.
El Centro ha sido, por ejemplo, el encargado estudiar, con el Consejo de Seguridad Nuclear, el riesgo de morir por cáncer en el entorno de las centrales nucleares, de monitorizar las consecuencias a corto plazo de las prótesis mamarias PIP para el Ministerio de Sanidad, o de valorar, en colaboración con la Universidad Autónoma, las repercusiones del vertido del Prestige en la salud mental de los pueblos gallegos afectados.
Asimismo, sus profesionales suelen prestar apoyo experto en situaciones de crisis gestionadas por instituciones regionales o locales. Por citar algunos ejemplos, el CNE ha colaborado en el estudio de la agrupación de casos de leucemias infantiles en el colegio García Quintana, en Valladolid, o en la evaluación reciente del impacto en la mortalidad de las emisiones procedentes del Parque Tecnológico de Valdemingómez llevado a cabo por el Ayuntamiento de Madrid.
En relación con la vigilancia epidemiológica en enfermedades no transmisibles, el CNE mantiene también servidores interactivos (Ariadna, Raziel) que muestran la evolución espacio-temporal de la mortalidad para las principales causas, y que en un futuro próximo incorporarán nuevos indicadores para dar una información más detallada y útil.
Más información sobre el CNM y el CNE
El Centro Nacional de Microbiología lleva activo como tal desde la creación del ISCIII, en 1986, aunque su historia se remonta años atrás; desde los años 60 ya funcionaba con la denominación de Centro Nacional de Microbiología, Virología e Inmunología Sanitarias, nombre que cambio en los años 80 por el actual. Da soporte científico-técnico al Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y a todo el Sistema Nacional de Salud, realizando labores de diagnóstico, prevención, formación, divulgación y control de enfermedades infecciosas a través de diferentes servicios de laboratorio.
Tiene más de 190 trabajadores en plantilla, que van desde investigadores, pasando por auxiliares, a diferente personal de apoyo a los laboratorios. Dispone de 13 grandes laboratorios de referencia para el SNS, que trabajan sobre ámbitos como enfermedades bacterianas; vacunación; resistencia a antibióticos; infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria; patologías transmitidas por agua y alimentos, y seguimiento y control de enfermedades como la listeriosis, la salmonelosis, la meningitis, la malaria...
El Centro Nacional de Epidemiología (CNE) tiene como meta generar información y nuevas evidencias para la toma de decisiones en salud pública. Contribuye al control de enfermedades y riesgos en colaboración con las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el resto de la Administración General del Estado con competencias sanitarias.
Entre sus objetivos están mejorar el nivel de salud de la población mediante la vigilancia en salud pública, el estudio epidemiológico de las enfermedades y riesgos, la cuantificación de su impacto, la monitorización de su evolución, la investigación de los factores que comprometen la salud de los ciudadanos y la formación de expertos en epidemiología y salud pública.