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Día Mundial contra la Hepatitis: claves para mejorar la lucha contra la enfermedad

26/07/2019

Este domingo se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis, una jornada que sirve para recordar los logros alcanzados en los últimos años contra esta enfermedad, y los retos pendientes para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Se conmemora el día 28 de julio por ser la fecha de nacimiento de Baruch Blumberg, descubridor de la vacuna contra la hepatitis B y ganador del Premio Nobel de Medicina en 1976.

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) se suma a la difusión de este día recordando el trabajo de investigación en hepatitis que realizan el Centro Nacional de Microbiología en colaboración con el Centro Nacional de Epidemiología y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), y destacando algunas de las claves en la lucha contra la enfermedad.

La hepatitis vírica está causada principalmente por cinco virus: los virus de las hepatitis A, B, C, D y E.

- La hepatitis A, de curso autolimitado y prevenible por vacunación, se transmite principalmente por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados y por ciertas prácticas sexuales.

- La hepatitis B, que puede cronificarse y para la que también existe vacuna, se transmite por vía parenteral (mediante transfusiones de sangre no controladas, inyecciones con instrumental médico contaminado o por consumo de drogas inyectables), por vía sexual y por transmisión materno fetal.

- La hepatitis C, que frecuentemente cronifica y no tiene vacuna pero sí nuevas terapias muy efectivas, se transmite por vía parenteral.

- La hepatitis D o Delta, la más grave y desconocida, aparece sólo en algunas personas infectadas por el virus de la hepatitis B.

- La hepatitis E, cuyos genotipos 1 y 2 se transmiten de forma similar al virus de la hepatitis A mientras que el genotipo 3 constituye una zoonosis y se transmite por el consumo de carne contaminada (fundamentalmente de origen porcino).

Las unidades de Hepatitis Víricas, que tiene a Ana Avellón y a Verónica Briz como científicas titulares, y de Infección Viral e Inmunidad, en la que Salvador Resino es el investigador principal, protagonizan la investigación en hepatitis del Centro Nacional de Microbiología en coordinación con el Centro Nacional de Epidemiología, ambos del ISCIII.

 

Aportación y recomendaciones del Centro Nacional de Microbiología

Avellón repasa el abordaje de los cinco tipos de hepatitis víricas. En relación a la hepatitis A, enfermedad considerada re-emergente pero prevenible por vacunación, señala como principal reto "promocionar la vacuna y realizar una vigilancia coordinada junto con el Centro Nacional de Epidemiología, a nivel europeo para evitar el desarrollo de grandes brotes, incidiendo en las poblaciones de riesgo, como los hombres que tienen sexo con hombres".

 

La hepatitis B está en declive gracias a la vacunación. El ISCIII lideró hace unos años un estudio multicéntrico europeo para evaluar la capacidad de los sistemas diagnósticos de detectar virus de la Hepatitis B con mutaciones de escape, un objetivo al que Avellón añade otros: "Hay que mantener altas coberturas vacunales, vigilar variantes del virus con especial interés en salud pública y contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos". Muy relacionada con la hepatitis B, la hepatitis D es la gran olvidada, a pesar de ser considerada la más severa.

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La hepatitis C es actualmente curable, continúa. Identificar al menos el 90% de los pacientes infectados, tratar al 90% y curar también al 90% es el gran reto promovido por la OMS: "Conocer la situación de la infección mediante la encuesta nacional de seroprevalencia es el primer paso para identificar las poblaciones diana de los proyectos de cribado", explica la responsable de la Unidad de Hepatitis Víricas, que recuerda que el ISCIII ha realizado los análisis de laboratorio en la citada Encuesta Nacional de Seroprevalencia de Hepatitis C, liderada por el Ministerio de Sanidad. Las nuevas necesidades demandan nuevos sistemas de diagnóstico rápido, proyecto innovador actualmente liderado por la co-IP de la unidad, Verónica Briz.

En hepatitis E el ISCIII colabora activamente con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en el conocimiento de la infección: "Debemos dar a conocer los datos epidemiológicos disponibles en pacientes inmunocompetentes e inmunodeprimidos para que su diagnóstico se incorpore a los laboratorios clínicos, y es fundamental establecer un sistema de vigilancia microbiológica en colaboración con el Centro Nacional de Epidemiología".

Por último, la coinfección de hepatitis virales con otros virus conlleva a un peor pronóstico de ambas enfermedades. "Conocer el alcance que la coinfección viral por hepatitis virales y otros virus causa en pacientes infectados, resulta esencial para mejorar el pronóstico de dichos individuos" comenta Veronica Briz, la cual lidera una línea de investigación centrada en el impacto de las hepatitis virales crónicas sobre el reservorio del VIH.

En el caso de la Unidad de Infección Viral e Inmunidad, las investigaciones se centran especialmente en hepatitis C, según explica Salvador Resino. El estudio de biomarcadores de sangre periférica relacionados con la progresión de la infección por el virus en ausencia de tratamiento es una de las líneas protagonistas, así como la evolución de los pacientes después de recibir tratamiento antiviral.

Más en concreto, la Unidad de Infección Viral e Inmunidad trabaja en torno a la epidemiología molecular del virus de la hepatitis C, investigando sobre el cribado de infección activa en población de alto riesgo y sobre las variantes naturales de resistencia del virus al tratamiento con agentes virales de acción directa (ADD). También investiga sobre los mecanismos de resistencia la infección, los anticuerpos neutralizantes en sujetos curados, y la inmunopatogenia de la hepatitis C en pacientes infectados por VIH.

 

El CIBER de Enfermedades Hepáticas también suma

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Xavier Forns, coordinador del Programa de Investigación en Hepatitis del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) del ISCIII, explica que parte del trabajo del centro está encaminado en avanzar hacia la erradicación de la hepatitis C: "Los mayores retos ahora son la detección de casos ocultos y dar con el mejor cribado, punto que supone la principal discusión entre expertos".

El CIBEREHD, que colaboró activamente en la elaboración del Plan estratégico nacional para el abordaje de la hepatitis C del Ministerio de Sanidad, considera que España "está haciendo bien los deberes, con un gran ambiente de colaboración, por lo que podría pensarse en una erradicación de la hepatitis C entre 2025 y 2030".

El Ciber dirigido por Jordi Bruix investiga en torno a todos los tipos de hepatitis. Forns recuerda que, en hepatitis A, "hay una vacuna efectiva", y advierte del repunte de casos entre el colectivo homosexual: "Debemos fomentar la prevención y la vacunación, y analizar las cepas circulantes por Europa". Con respecto a la hepatitis B, habla de "importantes cambios en su manejo" en los últimos años, y explica que se está investigando "en qué pacientes con evolución positiva de la enfermedad puede ser posible parar el tratamiento". En el caso de la hepatitis E, cita el siguiente objetivo: "Identificar la prevalencia real en colectivos inmunosuprimidos".

Forns habla de presente y futuro en el marco del Día Mundial contra la Hepatitis de este domingo: "Hay mucho trabajo por hacer en todas las hepatitis. Tras el boom de la estrategia y los tratamientos en hepatitis C, pronto habrá importantes cambios terapéuticos en hepatitis B", augura el responsable del CIBEREHD.

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